Hanbiendo aguardado
un tiempo el paso del frío y con la noticia que el Club de Pesca de La
Plata había reabierto sus puertas fuimos a probar suerte.
Fue
muy difícil conseguir lombrices en el camino por lo que debimos
utilizar unas pocas que teníamos en un cajon de madera desde la última
pesca y carnada blanca embebida en aceite de anchoas también sobrante de
pescas anteriores.
Al
principio parecia que el pique iba a ser escaso, pero luego y siempre
de fondo se comenzó a dar con varios bagres amarillos de buen tamaño,
pejerrey de varias medidas incluyendo uno de 36 centímetros y algunas
buenas carpas.
Todos los piques se dieron con carnada blanca con destellos plateados obtenidas de filetear los pejes que salieron primero.