Preparamos la salida hacia Punta Lara, por la mañana parecía que iba a hacer mucho frío y con la excusa del frío Roberto me convenció de no llevar el bote, por lo que fuimos a conocer el Club Universitario, una vez en el lugar salió el sol y mermó el viento. El lugar esta muy bueno ya que tiene 3 refugios, 2 de ellos con baño, todos los vidrios sanos y los baños limpios; solo le faltaría que arreglasen la luminaria para poder quedarse de noche. A la hora que llegamos ya había mucha gente por lo que no pudimos encontrar lugar en el Morro y debimos quedarnos unos 20 metros antes. Por lo que nos dijeron los pescadores que conocen el lugar, el río estaba bajo por lo que donde estabamos la profundidad no superaba el metro y medio pero fue suficiente ya que el peje se dió a flote a unos 20 cm de profundidad y de todas las medidas, los chicos que se pudieron salvar se devolvieron. También se dieron los infaltables bagres amarillos; la caña que no se movió fue la que tenía masa.
50 metros mas halla del morro se juntaron muchos pescadores en kayak justo en un sector que desde lejos se podía observar que había un canal, ninguno se fue con las manos vacías y nosotros tampoco.