Hoy fuimos con mi suegro a probar el bote, la elección no fue un lugar con buen pique, sino que fue un lugar tranquilo donde pudieramos colocr el bote en el agua sin ayuda y aprender a remar sin luchar con la corrientes u oleajes, así que no fuimos a San Miguel de Monte, laguna que actualmente ha vuelto a tener agua, pero no tanta como parece, ya que al llegar a unos 250 metros de la orilla, la profundidad no superaba el metro y medio.
Entramos al agua a las 10.°°, cuidando al viejo del frio, recién a las 12:30 perdió el miedo y se movió un poco dentro del bote.
Cerca de las 12.°° se dio el primer y único pique del día, un peje que dió justo la medida de los 25 cm.
Después de eso nada, teniendo en cuenta que también se trata de una laguna que no tiene juncos daba lo mismo buscar el pique donde estabamos que en otro lado, por lo que siendo las 14.°° nos volvimos a casa con la tranquilidad de que el bote no se tumba y soporta bien el peso y con mi suegro ya sin miedo.
